El factor “clave”


En muchos de los libros que leo basados en el comportamiento humano y la manera de lograr su máximo potencial, he encontrado un elemento en común, llamado de miles de maneras diferentes y que a mis clientes intento englobar con un solo termino: LA INTENSIDAD
Según sea su naturaleza y el lugar donde queremos ubicarlo, sea en el deporte, en la vida, en las relaciones amorosas, en el trabajo…. cambia de nombre, pero no de significado, se le dice motivación, energía, ganas, fuerza, ímpetu, pasión, esfuerzo…
Lo que pretendo decir, la palabra intensidad y su significado es uno de los agentes “clave” que marcan la diferencia entre lograr lo que queremos o no conseguirlo. Nosotros con nuestros actos marcamos dicha intensidad a todo lo que hacemos, si es algo que nos motiva y consideramos que es importante nos dejamos la piel, marcamos una intensidad elevada.
Pero claro somos seres humanos, preferimos placeres inmediatos a grandes logros, pasa el tiempo y perdemos intensidad y con ello el interés y el deseo de lograr algo. Caemos en rutinas y dejamos de perder entusiasmo, al cabo de los días, meses, años nos damos cuenta que ya no tenemos tanta fuerza y para no hacernos daño emocionalmente, decidimos restarle en muchas veces importancia o peor aún, no nos damos cuenta que estamos perdiendo cosas increíbles por nuestra apatía.
En lo laboral:
¿Cómo trabajas tu último día antes de las vacaciones, con que INTENSIDAD trabajas? ¿Cuándo inicias un proyecto nuevo que te estimula, que INTENSIDAD y nivel de actividad tienes? ¿Empiezas en un trabajo nuevo, que INTENSIDAD demuestras a tu encargado y a tus compañeros nuevos?
En lo sentimental:
¿Con que INTENSIDAD amabas a tu mujer o novia el primer mes de relación? ¿ Cuando te rompieron el corazón, con que INTENSIDAD sufriste por su perdida ?  ¿Cuánta pasión diste en tu primer beso?
En el deporte:
¿Cómo entrenas las primeras veces cuando tienes un objetivo importante? ¿ Como entrena un equipo profesional (del deporte que sea)? ¿Cuándo quedan 10 minutos para acabar un partido que vas perdiendo, cuantos balones recuperas? ¿Cuándo quedan pocos días para conseguir tu objetivo físico, a que INTENSIDAD realizas las repeticiones?
Si te fijas hay un denominador común, o bien son las primeras veces ( primer mes de relación, primeros entrenamientos, nuevo trabajo, nuevo proyecto), o son momentos cruciales y sin tiempo de reacción ( último día de vacaciones, ruptura, últimos minutos de un partido), o la que más me gusta y la que marca la diferencia, los profesionales que tienen por costumbre ( un tanto rara para la mayoría) de entrenar, de vivir, de trabajar siempre con INTENSIDADES altísimas, pues para ellos son sus mínimos exigibles.
Como ejercicio de autoconocimiento y sobretodo con el objetivo que podamos ver donde necesitamos dar un chute de INTENSIDAD, recomiendo hacer un ejercicio donde pongamos todas las variables de todo aquello que queramos mejorar o volver a tener y ver que INTENSIDAD necesitan para funcionar bien.
Paso número 1:
Elegid entre aquellas cosas que no funcionan como deberían (laboral, sentimental, físico, organizativo..)
Paso número 2:
Realizar estas preguntas
¿Qué intensidad tenía cuando empecé…?
¿Qué intensidad tengo ahora?
¿Qué intensidad necesito tener para lograr…?
Paso número 3:
Poner  i1,i2 o i3 según sea la intensidad que hay que poner en vuestro objetivo, hay que ser consecuentes con las decisiones tomadas y aplicar los procesos necesarios para pasar a la acción.



"No existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza."
Espero que al darnos cuenta de la importancia de este factor clave, podamos volver a dar "calor" de nuevo a nuestros sueños y proyectos, mi mejor consejo es que mantengáis la INTENSIDAD siempre elevada en las áreas de vuestra vida que más lo necesitan. 
Feliz semana a tod@s

Alberto Rodilla

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