EL CAMINO
Esta semana mi primo ha conseguido terminar el camino de
Santiago, al ver día tras día como escribía vía facebook sus avances, como se
sentía y la dureza de algunas etapas, he sentido una gran admiración por su
determinación y perseverancia. Me encanta escuchar a gente que realiza este
trayecto, hay algo de mágico en la realización de este viaje, fuera del aspecto
religioso o transcendental que muchas gente cree, hay un desarrollo del ser humano
que esta continuamente en todo el camino hasta la catedral de
Santiago.
Las personas necesitamos tener esa emoción de lograr las
cosas, nos sentimos reforzados con la consecución de pequeñas metas, de ir paso
a paso consiguiendo etapas hasta por fin llegar al objetivo final, por eso
cuando se realiza sesiones de asesoramiento se enfatiza mucho en disfrutar del
camino, pues hay un riesgo cuando ponemos objetivos, que una vez conseguidos
quizás no eran lo que imagináramos o peor aún, que no llenan el espacio que
creíamos que iban a llenar.
Es que cuando en nuestra mente nos asesina con un:
¿ Todo el sufrimiento para esto?
¿ Y ahora qué?
Por eso el objetivo final, no tiene que ser lo más
importante, sino el camino que se recorre, la persona en la cual nos
convertimos, el proceso y no el resultado es lo que hace la vida digna de ser
admirada, dudo que ver la Catedral fuera su objetivo, habrá
visto cientos, podrá ser más vistosa o expectacular, pero supongo que cuando llego, lo que
sintió fue que se ha ganado a él mismo y que esa fuerza le servirá para afrontar
un reto tras otro.
Se trata más de un viaje hacia nosotros mismos, un camino
introspectivo dirigido a conocernos y saber que todo lo que nos propongamos
podemos conseguirlo. Pero lo que
pretendo decir es que hay que disfrutar de cada paso que realizamos, observar
lo bonito del recorrido, en vez de fijarnos solo en el objetivo final.
Todos tenemos nuestro propio camino a Santiago aquel lugar
donde queremos llegar, muchas veces por nuestro ajetreo no conseguimos darnos
cuentas ni tan siquiera que estamos andando continuamente, dejamos de disfrutar
de los pasos que vamos dando con la mente puesta en el final.
CAMINANTE NO HAY CAMINO, SE HACE EL CAMINO AL ANDAR ( voy a
tomarme la licencia de añadirle algo sin que se me enfade Antonio Machado) Y ES
DISFRUTAR DEL CAMINO LO QUE HACE ÚNICO E IRREPETIBLE EL VIAJE.
FELIZ SEMANA A TOD@S
PD: El año que viene serás tu quien siga mis avances :)
Comentarios
Publicar un comentario