NO QUIERO ESPERAR AL CIELO
Mejor querida amiga te propongo otra cosa, vente conmigo, como bien dices en tu carta de despedida no quieres que nos pongamos tristes, ahora mientras el reloj marca las 4:12 de la mañana me he dado cuenta que lo mejor que puedo hacer es invitarte a formar parte de mi vida, se que parecerá una locura pero que es la vida sino una sucesión de cosas imposibles disfrazadas de cosas normales.
Te seré sincero, lo estoy pasando mal estos días, incluso gente que me aprecia se ha entristecido mucho por ti, leer tu blog es muy doloroso para las personas que sin llegar a verte hemos tenido la suerte de formar parte de tu vida, eso es lo más curioso de todo, que nunca he tenido la suerte de poder verte y aunque tuviéramos mucho contacto “electrónico” me quedaré siempre con la curiosidad de saber cómo reías en persona.
Recuerdo el primer día que me agregaste en facebook y todas las conversaciones que tuvimos, cuando me pedias consejo “emocional” cuando estabas baja de ánimos, todos tus halagos por mi libro, tu apoyo cuando he pasado malos momentos y tus felicitaciones cuando he logrado alguno de mis objetivos.
Por eso no quiero que me esperes en el cielo, quiero que me acompañes en este camino, sentir que no viajo solo, que puedas ver por mis ojos este mundo tan maravilloso, ser mis lagrimas cuando lloré por dolor o por emoción, te propongo que estés cerca en mis momentos de victorias y éxitos y sobretodo en mis momentos de errores y fracasos, que seas mis manos cada vez que mi mente me pida escribir, mis ganas de comerme el mundo el día que no tenga hambre, se mis oídos y escucha a través de mi la música que más nos gusta.
Este viaje será trepidante y lleno de aventuras, por eso no quiero volver a estar triste cada vez que lea tu blog pensando que ya no vas a volver a escribir, porque ahora si decides aceptar mi oferta vendrás conmigo y podrás seguir escribiendo a través de mis manos que serán como las tuyas.
Quiero que me ayudes a hacer reír a los niños, a dar compresión a las personas que más lo necesitan, a ocupar un puesto en los asientos de las conferencias que iré haciendo, que no te separes nunca en mis momentos de soledad, quiero que me aconsejes en los millones de decisiones que tendré que tomar día a día.
Me encanta estas palabras, las encontraste en mi libro y tienen hoy aún más si cabe más significado que nunca.
Hoy morirán hojas y animales,
más no morirán para siempre.
Y en su transformación de mañana
darán con más calor,
a la tierra de su muerte,
pasado mañana, brotes de esperanza.
¡Y yo no he muerto!.
Si tengo frío, me caliento.
Si tengo miedo, —que no lo tengo—, susurro y pienso,
y para mañana, ya me he comido
mi pequeña ración de esperanza.
más no morirán para siempre.
Y en su transformación de mañana
darán con más calor,
a la tierra de su muerte,
pasado mañana, brotes de esperanza.
¡Y yo no he muerto!.
Si tengo frío, me caliento.
Si tengo miedo, —que no lo tengo—, susurro y pienso,
y para mañana, ya me he comido
mi pequeña ración de esperanza.
Dejo tu blog para que la gente pueda deleitarse con lo bien que escribías, para que puedan entender a través de tus palabras la relación tan especial que teníamos y el gran vacio que dejas a todos los que te queremos.
Ahora que por fin te escribo esto, ahora puedo reír como pides, como puedes ver por mis ojos en mi preciosa ciudad esta amaneciendo, empieza de nuevo un día pero ya no me siento tan solo.
Alberto Rodilla
FELIZ SEMANA A TOD@S
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